sábado, 30 de mayo de 2015

Ser santiaguino... O ¿Cómo identificar a un santiaguino cuando anda en región?

Vivir en Santiago es un asco!!!

¡De verdad!. Y no es por que yo lo diga; uno de los mayores indices de contaminación tanto ambiental, como acústica, visual, etc, la tenemos justamente aquí, en la capital. No necesito citarles estudios, tesis o encuestas de mierda para demostrarlo por que lamentablemente y, aunque a nuestros amiguitos de región no les guste y se retuerzan de envidia, Santiago es Chile.  Por lo menos es así en los medios de comunicación cuando llueve y tiembla , en la cantidad de gente que vive aquí, y en la obvia distribución de la platita de nuestro gobierno para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. ¿O no se han dado cuenta que casi todo el presupuesto para las cosas importantes se queda acá, en la Región Metropolitana?

Entonces, para que nuestros compatriotas afuerinos se sientan rebosantes de buena suerte por vivir fuera del perímetro de Américo Vespucio, les voy a hacer una pequeña lista del porqué yo creo que es mil veces mejor vivir en Huasolandia a vivir aca en Chagocity y ser un estresado santiaguino. Aunque en realidad parece una lista que te ayudará a identificar mas fácilmente a quienes vivimos en esta asquerosa cuenca si es que pasas por el lado nuestro alguna vez.  Y va en serio, a mi me daría vergüenza ver a alguien haciendo lo que dice esta lista... jajaja!

-La mayoría de los santiaguinos no están acostumbrados a un entorno limpio:    Solo fíjate en la cantidad de mierda que los turistas provenientes de la capital dejan año tras año en todas las playas de nuestra larga y querida faja de tierra.   Si ves a un weon cochino dejando las bolsas con huesos de pollo asado, los pañales cagados y las latas de cerveza tiradas en la arena mientras agarra sus cosas y se va con la ropa húmeda y la toalla colgando, ten por seguro que ese weon es de Santiago.

-La mayoría de los santiaguinos no tiene educación vial:  No saben la diferencia entre un Pare y un Ceda el Paso. Esa señalética, para un habitante de la capital, es sinónimo de un gran y brillante semáforo en verde. No le pondrán atención a su entorno a menos que éste tenga un numero con muchos ceros a su derecha. Por ejemplo, los ciclistas le dan 3000 puntos y los peatones, 5000. Tienen bonus si se pasan por la raja los pasos de cebra y le echan choreadas gratuitas a los transeúntes y al resto de los automovilistas. ¿Viste a alguien echándole la foca a otra persona por haberlo adelantado en un lugar prohibido para eso? Son 1500 puntos, así que ten por seguro que ese chorizo es de Santiago.

-La mayoría de los santiaguinos se siente superior solo por ser de la capital:  Típica imagen en el comercio del pueblito donde vives; el turista santiaguino aprovisionandose de cuanta mermelada, longaniza, charqui y cosa rica pille frente a el y luego intentando pagar con Redcompra:

                   -Oh, disculpe, acá no tenemos sistema para eso...
                   -¡Ah no que atroh, como es posible si alla en Santiago todo lo pagai con tarjeta!
                   - ...

-La mayoría de los santiaguinos no tiene puta idea de lo que es el pan batido o el pan francés: ¿Qué es esa mariconada de pan batido? ¿Pan francés? ¿Cuando van a entender que la wea se llama MARRAQUETA, ah?

-La mayoría de los santiaguinos entra en un estado depresivo heavy cuando ve que su teléfono no navega en 4G: Lo puedes saber por que al intentar subir las selfies de sus vacaciones al Instagram, el santiaguino levanta su brazo izquierdo mientras anda con el teléfono bien sujeto en la mano derecha asi como imitando una antena con su cuerpo para ver si así capta mejor la señal. "Es que te morí, ¿Cómo pueden vivir aquí y no tener interneh?"  O sea pal santiaguino, si no es 4G, no vale.

-La mayoría de los santiaguinos no sabe usar el transporte público de tu región: Oye, aweonao, la Bip! no funciona en regiones. Se usan monedas o billetes.  Atroz.

-La mayoría de los santiaguinos se sorprende cuando ve animales que no son comunes en la capital: Intentará tocarlos fascinado o de lo contrario, puede que salga arrancando y trate de esconderse por que les teme. Es que tener un chancho, veinte gallinas, dos caballos y tres cabras en tu patio es muy mainstream.  Recuerda que para nosotros los santiaguinos, la leche viene de las cajas de Soprole que venden en el super, NO DE LAS VACAS.

-La mayoría de los santiaguinos no conoce el fuego: Es novedad prender una fogata para calentarse. En serio. Te das cuenta que ese amigo es santiaguino por que disfruta a concho la experiencia de prender las hojitas secas hasta de recolectar los palos para aumentar las llamas.  Y muere de horror si le cuentas que tu cocina funciona con leña y no a gas licuado. Imagina su cara si le contaras que en tu barrio, reparten la leche y el gas en carretas...

-La mayoría de los santiaguinos se sorprende al ver tecnología en tu casa: "Ah, mira, también venden de esas teles acá...".  Como si no tuvieran comercio retail en otras regiones, ¿Cachai?

-La mayoría de los santiaguinos son delicados del estómago: Olvida invitarlos al Roca a degustar ese mítico choripan y esa rica leche con plátano.  O mejor invítalos y disfruta viendo como se cagan solos veinte minutos después. Un juguito de naranja también ayuda.

-La mayoría de los santiaguinos no tolera el olor a choro o a puerto: Si vives en Valparaíso, Talcahuano o cerca de cualquier caleta, te felicito y envidio como buena santiaguina por tu gran tolerancia olfativa; en serio. ¿Te imaginai subirte al Metro en hora punta sin sentir olor a caleta? MARAVILLOSO.

La gente que vive aqui en Santiago se cree superior, intelectual, inteligente, moderno, tecnológico y shuper duper a la vanguardia. No tiene idea que queda como un pobre y triste ignorante penoso cuando comete este tipo de errores frente a la gente. Menos mal no todos somos asi.

Bueno, estos son algunos tips que puedo compartirles... ¿Tienes algún otro que nos pueda ayudar a identificar si esa persona proviene de Santiago? Comenta aquí abajito, es gratis!!!


¿Y que pasa con la gente de región que viene a Santiago?

Esa, la dejamos para la próxima entrada :)




miércoles, 27 de mayo de 2015

Dinosaurios en el metro...


Estás cansado. Son las siete de la tarde. Sientes tus piernas moverse descompasadas, sin ritmo, a la vez que el peso muerto de tu bolso crece mas y mas mientras cuelga de tus hombros. Sacas los audífonos de tu bolsillo y prendes la música que al fin, resuena fuerte en tus oídos. Intentas evadir la realidad de los bocinazos y la gente histérica que pasa a tu lado mientras le prestas atención a la misma canción una y otra y otra vez.

Bajas la escalera con calma y entras a la estación, tarareando a Coldplay aletargado y aturdido. Cruzas el torniquete casi en acto reflejo y caminas de inmediato en dirección al anden. Todos están igual de cansados. Cansados de trabajar todo un día, todos los días, para recibir solo migajas a fin de mes.  -"No vale la pena"- te dices, mientras metes las manos a los bolsillos vacíos y esperas junto a la linea amarilla a que el próximo tren arribe a la estación.     Tres, cuatro minutos; la misma canción vuelve a repetirse y a lo lejos ves las luces del tren que se acerca.   Sujetas bien tu bolso y te arrimas al resto de personas que solo quieren llegar a su destino sin novedades.

Se detiene. Abre sus puertas frente a tí. Dejas bajar antes de subir.  Entras y "Oh, madre mía". Un par de asientos recién desocupados te espera.  Transpiras helado. Tus piernas llegan a temblar de la emoción; tu columna pide a gritos un poco de descanso. Tus ojos se abren atentos y miran frenéticos lado a lado buscando a aquel que quiere apropiarse de tu lugar. -"Estar desde las nueve de la mañana de pie, sin parar, atendiendo clientes en el maldito retail debería estar penado por ley".

Y de pronto, como un huracán...  Inconfundible el aroma a peluquería, laca barata y colonias Avon. No alcanzas a escuchar el tintineo de sus collares cuando sientes pasar a toda velocidad unos rulos tiesos y te das cuenta que el asiento mas cercano a ti ya se encuentra ocupado por una vieja decrépita que te mira con gesto casi desafiante de arriba hacia abajo.  -"En que momento apareció esta vieja de mierda"- murmuras casi con un dejo de amabilidad y una sonrisa en tus labios.  Haces como que no la ves o no te importa y te sientas a su lado. -"Tengo todo el derecho a sentarme, he pagado mi pasaje"- piensas a la vez que otra vieja idéntica a la primera se acerca peligrosamente a tí y se para a un costado de tu asiento.

-Esta gente que ya no tiene ningún respeto con los viejos... -la señora que va de pie a tu lado comienza a hablar en voz alta mientras tu vuelves a acomodarte los audífonos y pones el volumen al máximo.  Cierras los ojos, al fin, mientras sientes un ligero zumbido con olor a naftalina que proviene de tu lado derecho. De pronto, un par de carterazos te llegan directo al hombro adolorido por el peso del bolso.

-OIGA JOVEN, NO VE QUE SOY ADULTO MAYOR? DEME EL ASIENTO!!

-"¿Qué?"- Abres los ojos sobresaltado y ves que todo el vagón te observa impávido. Miras a tu lado izquierdo y ves a la vieja con rulos de peluquería sentada y moviendo la boca profiriendo palabrotas que no alcanzas a entender. Miras al otro lado y ves de pie a la otra vieja, pasada a naftalina, amenazándote con la cartera para que le des el asiento.

-EN TU CASA NO TE ENSEÑARON MODALES?
-YA TE QUIERO VER CUANDO SEAS VIEJO!
-TU PUEDES IR PARADO, ERES JOVEN!
-ESTOY ENFERMA Y LLENA DE VARICES, NO SABES LO QUE ES ESO?
-¡¡¡¡YO PODRÍA SER TU MADRE, MAL EDUCADO!!!!

Te limpias el hilo de baba que había comenzado a caer en esos treinta segundos de sueño y te sacas los audífonos para poder escuchar mejor lo que decían. La ultima frase te quitó todo el sueño de encima: ¿Ella, tu madre? 

Entonces, la miras con una amplia sonrisa, te acomodas mas en tu asiento  y vuelves a colocarte los audífonos.

Y mientras la música suena, piensas, "¿En que momento llegaron los dinosaurios al metro? Velociraptors de mierda"